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Usos de la madera en Atacama

Cencerro campanuliforme

El desierto de Atacama se caracteriza por su extrema aridez. Sin embargo, junto a sus escasos cursos de agua crecen variadas especies de cactus y árboles –especialmente algarrobos, tamarugos y chañares–, que por siglos proporcionaron frutos, resina y madera a los habitantes de la región, pero también sombra para cobijarse del calor y la radiación solar.

Llama la atención, entonces, que, frente a la gran cantidad de investigaciones dedicadas a los materiales líticos, cerámicos e, incluso, bioarqueológicos hallados en la zona, los objetos de madera aparezcan mencionados de manera puramente anecdótica, a menudo agrupados en categorías como «misceláneos» u «otros». Esta limitación responde, sin duda, a una disposición casi paradigmática de la disciplina arqueológica, cuyas interpretaciones se sustentan, principalmente, en las industrias cerámica y lítica. A ello se suma el hecho de que la madera –orgánica y, por ende, perecible– suele desaparecer o bien conservarse en malas condiciones, lo que dificulta su estudio.

Artefactos de madera de la Colección Echeverría y Reyes

Depositada en el Museo Nacional de Historia Natural, la Colección Echeverría y Reyes consta de más de 600 piezas, de las cuales 256 corresponden a objetos de madera procedentes, en su mayoría, de contextos funerarios del Período Intermedio Tardío (1000-1450 d. C.) en la zona de Chiu Chiu. El conjunto demuestra la importancia de dicho material para los antiguos habitantes de la región: sus variados tamaños, formas y funciones demuestran que las piezas no fueron confeccionadas solo con fines utilitarios, sino también simbólicos, y que se vincularon con diversos materiales, paisajes e individuos, tanto vivos como muertos.

Los objetos identificados representan muchas de las actividades desarrolladas habitualmente por los pobladores del desierto: entre ellos hay artefactos para labrar la tierra y para manejar los rebaños de camélidos, así como instrumentos para la caza, la elaboración de textiles y la producción de fuego. Pese provenir de sepulturas, las huellas de uso que presentan confirman que no fueron confeccionados exclusivamente para ser depositados como ofrendas funerarias, sino que, por el contrario, fueron utilizados repetidamente antes de ser sepultados. Asimismo, su presencia en contextos fúnebres sugiere que para las antiguas poblaciones del desierto no habría existido una separación tan nítida entre la vida y la muerte.

 

Descarga el artículo completo «A la sombra de los árboles. Tallas y usos de la madera en Atacama a partir de la Colección Echeverría y Reyes del Museo Nacional de Historia Natural», por Marcela Sepúlveda y Emily Godoy.