Las herramientas manuales cumplieron un papel fundamental en la ocupación y transformación del entorno natural en Aysén, un intrincado territorio de extensos archipiélagos, cordilleras y estepas, con diferencias geográficas marcadas y un clima particular. Valiéndose de ellas y recurriendo, sobre todo, a la autoconstrucción, los primeros pobladores de la zona pudieron trabajar, moldear y transformar la madera para procurarse edificios, mobiliario y, desde luego, embarcaciones. Así, llegó a desarrollarse una particular forma de construir botes, chalupas y lanchas de manera artesanal, que persiste hasta nuestros días y que ha sido reconocida como parte del patrimonio cultural inmaterial de la región.
La denominada “carpintería de ribera” abarca un conjunto de prácticas y conocimientos dirigidos a la construcción, mantención y reparación de embarcaciones de madera. Sus técnicas, altamente especializadas, se basan en saberes transmitidos por generaciones y perfeccionados mediante la experiencia. Asimismo, el oficio requiere una comprensión profunda del medio natural por parte de sus cultores, incluyendo aspectos como la geografía del territorio, las mareas y los ciclos lunares, las propiedades y formas de extraer las maderas nativas, y la utilización del agua y el fuego en el procesamiento de los materiales.
Durante las últimas décadas, sin embargo, la carpintería de ribera en Aysén se ha visto afectada por una serie de factores: el recambio tecnológico que experimentó el territorio a partir de los años 70, la escasez de materia prima y la baja en la demanda de embarcaciones artesanales, entre otros. Han dejado de verse los botes y las chalupas que hasta hace un par de décadas surcaban habitualmente los cuerpos de agua de la región, y el número de maestros se ha reducido, al igual que el de interesados en continuar el oficio. También han quedado relegadas las antiguas herramientas, desplazadas por las eléctricas.
En medio de este panorama, cobra especial interés un conjunto de 16 herramientas de carpintería de ribera conservadas por el Museo Regional de Aysén, las que fueron objeto de un estudio orientado a identificarlas y caracterizarlas. El trabajo se complementó con una contextualización histórica del maritorio de la zona insular y con entrevistas a dos carpinteros de ribera de Puerto Aysén y Puerto Chacabuco, quienes compartieron sus experiencias y conocimientos. La investigación busca contribuir a la valorización y la visibilización de la carpintería de ribera como una rica práctica cultural en cuyas técnicas, materiales y conocimientos se ven reflejados los procesos históricos e identitarios de la región.
Descarga el artículo completo “La carpintería de ribera en la Región de Aysén a través de las colecciones de su museo regional”, por Carlos Castillo.
