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El libro sobre trajes del mundo de Lodovico Menin (1833-1843)

Dibujo presente en el libro "Il costume di tutti i tempi e di tutti le nazioni"

Durante el siglo XIX se desarrollaron en Europa una serie de disputas territoriales, económicas e ideológicas que definieron, en buena medida, las categorías para determinar los grados de civilización de los pueblos. El progreso se transformó en un paradigma que definía a lo moderno: junto a los avances técnicos y científicos que permitían una superioridad material y económica, también estaba el horizonte civilizatorio que distinguía a las culturas europeas de aquellas no occidentales o “primitivas”.

En el caso americano, el cuestionamiento a las estructuras políticas y sociales heredadas de la colonia fue un pie forzado para la instalación de los nuevos modelos culturales que surgieron tras las guerras de independencia. La formación de bibliotecas se convirtió en un instrumento para alcanzar ese modelo de perfección y justicia inspirado en los ideales de la Ilustración. El caso de la Biblioteca Patrimonial de la Recoleta Dominica en Santiago bajo la gestión de fray Domingo Aracena (1836-1874) resulta ejemplar, pero también singular, tratándose de una institución religiosa: los intereses de los frailes abarcaban temas tan amplios como la teología, la filosofía y la literatura clásica, el derecho romano, la flora, la fauna y la geografía del mundo, las costumbres y tradiciones de los distintos pueblos del mundo, el pensamiento y la política contemporánea chilena y americana.

El hallazgo de la obra Il costume di tutti i tempi e di tutte le nazioni (El traje de todos los tiempos y de todas las naciones) dentro de las colecciones de la biblioteca conventual constituye una valiosa oportunidad para estudiar la historia de las mentalidades durante el siglo XIX, así como para entender los intercambios culturales entre europeos y americanos. Compuesta de seis tomos y ricamente ilustrada, la obra fue escrita en tres etapas (1833, 1834 y 1843) por el sacerdote y académico italiano Lodovico Menin (1783-1868). Aunque inscrita en pleno siglo del positivismo, su figura puede considerarse como heredera de la erudición de los eclesiásticos italianos del Barroco, «cazadores de rarezas» cuya labor fue precursora de la ciencia moderna.

Surgido en el Renacimiento y el Barroco europeos, el género de los libros sobre trajes del que esta obra es tributaria buscó sintetizar a través de imágenes las costumbres, normas sociales y características de pueblos de latitudes remotas: en el colorido y exquisitos detalles de las ilustraciones se pueden apreciar los valores simbólicos y funciones sociales que cada cultura atribuía a la indumentaria. Así, en las láminas del libro de Menin dedicadas a América se presentan escenas de indígenas, mulatas, mestizos y gauchos en medio de exóticos paisajes, vistosamente ataviados y rodeados de animales, antiguos monumentos, construcciones y artefactos.

Uno de los aspectos que subyacen a la perspectiva de este autor –y a la mentalidad europea del siglo XIX– es la voluntad de imaginar una interpretación para lo desconocido. En ese sentido, pese a todos los adelantos científicos y tecnológicos, la historia antigua de América seguía siendo para Menin un misterio, y las noticias sobre los maravillosos monumentos allí desenterrados proporcionaban un terreno fértil para la invención y la conjetura. América y sus culturas se transformaban, así, en espacios abiertos para la fantasía y la experimentación, pero también para la explotación occidental.

Descarga el artículo completo “Semillas de civilización: el libro sobre costumbres y trajes del mundo de Lodovico Menin y su relación con la formación de la biblioteca de la Recoleta Dominica”, por Constanza Acuña.

 

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