Político, abogado, historiador, cronista, viajero y escritor incansable. Todo eso y más fue Benjamín Vicuña Mackenna (1831-1886), uno de los intelectuales más versátiles e influyentes del siglo XIX chileno. Su figura resuena en nuestra memoria por las decenas de calles, plazas y monumentos que llevan su nombre, pero su huella es mucho más profunda: está en la fisonomía de la ciudad de Santiago, que transformó y modernizó; en las iniciativas legislativas que impulsó; y en sus más de 170 obras escritas, resguardadas íntegramente por el Museo Ciudadano Vicuña Mackenna y disponibles, en su mayoría, en formato digital.
Una mirada actual a su producción escrita
La escritura de Benjamín Vicuña Mackenna fue tan variada como apasionada: biografías de héroes patrios, relatos de guerras, crónicas urbanas, estudios sobre agronomía, ensayos políticos y sociales, reflexiones sobre educación y economía. Tan vasta y heterogénea producción da cuenta no solo de una asombrosa capacidad de trabajo, sino también de una vocación total por intervenir en los destinos del país. Sus textos demuestran que concibió la palabra escrita, sobre todo, como una herramienta para impulsar reformas y proyectar una nación moderna.
Como intendente de Santiago, plasmó en libros y folletos su proyecto urbanístico, desde la remodelación del cerro Santa Lucía hasta la modernización de la ciudad. Como historiador, dejó obras abundantes en documentos y fuentes que reunió a lo largo de sus viajes por el mundo. Como intelectual inquieto y partícipe activo de las dinámicas y tensiones de su tiempo, no rehuyó ningún tema ni escatimó en recursos literarios con tal de involucrar a sus lectores. Como ciudadano comprometido, buscó democratizar el conocimiento e incidir en la opinión pública.
En sus obras encontramos discusiones que todavía pueden resultarnos familiares. Por ejemplo, la necesidad de descentralizar el poder y potenciar las regiones; la importancia de regular el uso del agua y de cuidar el entorno; el valor del espacio público para la vida ciudadana; o el de reconocer el aporte de las mujeres a la construcción de la sociedad. Respecto de estos y otros temas, el autor expone sus opiniones de manera directa y a veces polémica, guiado por su convicción liberal, su perspectiva de vanguardia y el afán constante de comprender a fondo cada problema.
Por todo lo anterior, el legado escrito de Vicuña Mackenna no es un tesoro solo para historiadores y especialistas. Representa una extraordinaria ventana a los debates y aspiraciones de un país en formación, pero también a los orígenes de algunas de las problemáticas que siguen tensionando a nuestra sociedad.
Descarga el artículo completo “Benjamín Vicuña Mackenna: un escritor de vanguardia para el Chile de hoy”, por María Gabriela Huidobro.