
En medio de cactáceas y quebradas semiáridas, estas imágenes documentan el paisaje cultural de la vida de montaña coquimbana: trillas, arreos de vacunos, pastoreo de cabras, transporte en burro y viviendas de adobe y majadas de quinchas. Todas estas escenas demuestran la adaptabilidad de los campesinas a los valles surandinos.





















